Y salió de su habitación... No sabía muy bien hacia donde iba, ni
que quería. Sólo sentía esa profunda necesidad de volar, volar y huir de aquél
lugar, de aquellos recuerdos. Sólo el pisar aquél suelo le dañaba en el
corazón. Tantas noches, tantos días, tantos momentos... inolvidables...
Inolvidables hasta tal punto de causar dolor. Y salió por fin de aquél lugar.
Por alguna extraña razón se dirigió hacia un nuevo lugar que no se encontraba
entre sus recuerdos. Allí sintió que nada antes había sucedido, que todo era un
amargo sueño del que por fin había depertado.
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