sábado, 30 de junio de 2012

Tonta, tonta, tonta... !


Cuando era pequeña pensaba que mi vida sería perfecta. Que sería la mejor en todo, que mis ojos acabrían siendo azules, que mi ropa sería la más bonita, que mi pelo sería precioso, que encontraría a mi príncipe azul, que tendría amigos que nunca me fallarían, que mi adolescencia sería una fiesta constante, que le caería bien a todo el mundo y que todo el mundo me caería bien, que mis notas serían tan perfectas como en aquella época...


Tonta, tonta, tonta... !!! Ahora pienso en esas cosas y no he logrado ni una. ¿Lo estoy haciendo mal? Y pienso, ojalá la vida tuviera un botón de reiniciar... Sin embargo, me he dado cuenta de que la vida no es así, que la vida es dura, que es imposible ser la mejor en todo, que la ropa cuesta dinero, que el dinero cuesta trabajo, que no hay príncipes azules sino sapos, que pensando mal acertaré, que hay veces en la que un seis es la máxima nota que puedes sacar, que los días entre semana y los findes se dedican al estudio y no ha salir de fiesta, que cuando llegas a casa del insti no puedes descansar porque tienes mil cosas que hacer, que a veces todo es negro y te quieres morir, que todo esfuerzo es insignificante, que nada es suficiente...



domingo, 24 de junio de 2012

Como la vida misma



Como un oso después de hibernar... así me siento yo al terminar selectividad, saliendo de mi cuarto después de un largo año de duro trabajo. Porque no sólo está la selectividad, sino que llegar hasta éstaa conllevado un duro año de trabajo en el instituto. Y termina ese año y... libertad! Añorada libertad, añorados años en los que los único deberes eran colorear. Como un niño el día antes de los Reyes Magos, entusiasmada; como el día que logras cumplir uno de tus sueños, feliz; como un pájaro cuando se escapa de su jaula, libre. Como la vida misma. :D

sábado, 23 de junio de 2012

Soltar en una carcajada todo el aire y después respirar


¿Que sería de nosotros sin esos pequeños placeres que nos da la vida?



Un abrazo en los momentos de bajón, encender la radio justo en el momento que están poniendo tu canción favorita, reirse sin motivo alguno, una taza de chocolate caliente en esas tardes de invierno, mirar el amanecer, una sonrisa de repente en un bar, esas excusas que nos sirven para brindar, una llamada inesperada de esa persona tan especial...


Tantas cosas, tantos momentos... pequeños momentos, grandes placeres...


Reirte de tal manera que te acabe doliendo la mandíbula, no encontrarte cola en el supermercado, respirar aire fresco, despertarte y darte cuenta que aún quedan unas horas para levantarte, un piropo, caer rendido en la cama después de un día intenso, una película que consiga hacernos llorar, una ducha refrescante, esas siestas los días de verano, soltar en una carcajada todo el aire y después respirar...


lunes, 11 de junio de 2012

¿Quizás un nuevo comienzo?


Y llega ese momento, ese jodido momento en el que te das cuenta de que el tiempo es oro. Y te preguntas, ¿y me tengo que dar cuenta a estas alturas? Pues sí amigo, aunque duela y cueste reconocerlo, es verdad eso de que empezamos a valorar las cosas cuando las perdemos... El frío en verano, un te quiero en esas frías noches de invierno, un abrazo en épocas difíciles, esas tardes en el parque del pueblo... Tantos recuerdos, tantas emociones, tantas sensaciones vividas... esas amigas, esos amigos... Ahora todo acabó, pero acabó para dar comienzo a una nueva etapa en mi vida. Una etapa que, espero, supere a la anterior, aunque parezca complicado.