No soy una princesa y no quiero serlo.
No espero que todo me salga bien. No creo en los príncipes azules que son capaces de cambiarte la vida en un abrir y cerrar de ojos. Solo conozco sapos y ranas que siempre terminan haciéndome daño. No creo en palacios de cristal ni en besos de ensueño. No creo en nada porque todo es irreal. Ahí fuera las cosas no son como parecen. Hay personas increibles y otras que es mejor tener lejos. Hay momentos inolvidables y otros que desearías borrar de tu mente. No existe un equilibrio entre el bien y el mal. Los malos siempre ganan y los buenos pierden.
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